nunca tuve tantas ganas de llegar a casa.
me sentí desprotegida por todas las medidas.
llevo desde lah dose aquí y ereh lo máh vonito ca pasao en tol día.
un afinado sonido sevillano después de tanta disonancia.
llegar y encontrar un abrazo amigo,
un regalo con faro, una nota de bienvenida,
de ellas, las compañeras sin condición.
hasta hoy, siete días después,
no pude deshacer la maleta,
llena de camisones, chaquetas,
recuerdos de lo que fue el todo, ahora la nada.
mi corazón está sano y es grande.
mi corazón está sano y es grande.
dónde está el farero de las sonrisas?...
10 comentarios:
La casa... y todo un caminito de consecuencias...Una inscripción gráfica (en...piedra?), los botones, un cierre (cremallera),indudablemente no son cosas para desmerecer; más el sonido sevillano que me mata: "ereh lo máh vonito ca pasao en tol día"...
HERMOSO!
Besos miles.
martiza: y sí, caminito de consecuencias, y ese sonido me arrancó una buena sonrisa y un "pues muchas gracias señor" y contestó "lo máh vonito"...qué bien que alguien me ve así! besos y millones de gracias por vivir este cuento con tanta verdad.
Tina, hay que creer en los cuentos y en la belleza de sus finales, hay que creer.
Me vuelvo a ir conmovida. Abrazo.
M.
Pequeña Rock and Roll: tu nombre me encanta! hay que creer en que se pueden elegir los finales y cambiar los rumbos, pero sobretodo en la capacidad de encontrarles el lugar que les corresponde.
A cuidarse!
abrazo!
cuando sea el momento la maleta se deshace para que la ropa viaje por tu cuerpo, no?
noe: estamos en ello.
Por un instante hago de farero de sonrisas, y te digo: OLE!!!
Un beso.
Dani: que bien ha sonado eso. Gracias!
los faros nunca dejan de dar luz, los fareros si pueden ser oscuros e irreales, un besoooo
Tania: la palabra siempre sabia, de una madre, tania la mía, ma mare què bé que ara segueixis aquest espai, així ja no te puc amagar res, benvinguda mami, benvinguda sempre, guapa!
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