diez mil quinientas setenta y cinco llamadas perdidas
cuatro cientos correos y ciento treinta y tres mensajes.
nadie.
en esta isla el faro no tiene farero
igual lo controla por ordenador.
salgo al balcón, me despido, ya no digo más que
déjame dormir esta última noche sin cerrar las cortinas,
que los destellos me suben por la espalda
no me ciegues los ojos con tu reflejo.
4 comentarios:
Cuánta femineidad...sugerente, sensual y real.
Besos.
Maritza: ayyyy qué nochecita pasé...tratando justo eso de mantenerme en mi lado femenino y lo conseguí! y tú lo viste! maravillosa!
tan bella... y es mi amiga!
noe: però que bonica que ets!
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