martes, 30 de noviembre de 2010

escuchar

Sería necesario y enriquecedor pararte y escuchar, escuchar tu propia historia, como si por un solo instante pudieras escapar del cuerpo que anidas mientras un cuentacuentos te va relatando, pasito a pasito, como has hecho para llegar hasta aquí y ahora. Sería un ejercicio, un pequeño viaje de narrativa más que interesante, podría darte las claves, tal vez herramientas literarias, artísticas, necesarias para deshacer este nudo.


1 comentario:

EMILIANO dijo...

qué oportuno leer esto ahora.
sé que me lo debo.